Con la entrada en vigor del nuevo régimen fiscal RESICO (Régimen Simplificado de Confianza) los productores de caña son obligados a cumplir con esto, lo cual sin duda genera ya dudas entre los productores afiliados a las uniones cañeras.
A partir del 1 de enero de este año, entró en vigor este nuevo esquema fiscal para personas físicas dedicadas a servicios profesionales, actividades empresariales y de arrendamiento, sustituyendo al Régimen de Incorporación Fiscal (RIF) que estuvo vigente en México de 2014 a 2021.
La retención del impuesto será del 1.5 % del total facturado por los productores de caña y sin duda causará afectaciones económicas aunadas al alto precio de los insumos, como es fertilizante.
Hasta antes de 2022, los productores del campo no pagaban impuesto, pues pertenecían al régimen fiscal AGAPE (Agricultura, Ganadería, Silvicultura y Pesca) que los exentaba de pagos, pues son actividades del sector primario.
Además de los problemas económicos, también genera inconformidad por los trámites ante el Servicio de Administración Tributaria.
En lo local y a nivel nacional, las Uniones cañeras comienzan el diálogo con las autoridades correspondientes para ayudar a los productores, pues en lugar de un beneficio, es un perjuicio.