- Los habitantes sufren presiones, acoso y malos tratos por parte de la familia de la candidata de Cuauhtémoc Blanco, que hace negocio con recursos públicos
En su paso por el municipio de Tlaltizapán, Lucy Meza, la candidata de la coalición ‘Dignidad y Seguridad por Morelos, Vamos Todos’ recabó los pedidos de ayuda de habitantes que piden que Las Estacas sean devueltas al pueblo de Morelos.
En un contexto de presiones, malos tratos y, sobre todo, una explotación de recursos sin precedentes, los pobladores se acercaron a la candidata al final de un evento por la zona, para pedirle ayuda con un tema que, aunque han expuesto varias veces a las autoridades, han sido completamente ignorados debido al tráfico de influencias.
Y es que, dado que Margarita González, la candidata de Morena impuesta por Cuauhtémoc Blanco, es dueña de Las Estacas, ha utilizado este destino turístico para enriquecerse con acciones opacas y abusivas.
De acuerdo con los habitantes de Tlaltizapán, la familia de la candidata se ha enriquecido encareciendo los accesos, apropiándose del agua de la región mediante una concesión, que se extendió por otros 60 años para que pueda seguir haciendo negocios con un recurso público, evadiendo además el pago de predial y con un trato extremadamente abusivo contra ellos.
Lucy Meza calificó esta situación como deplorable, no sólo porque González Saravia se ha desempeñado en el área del Turismo, sino porque sigue buscando ‘sacarse la lotería’ a base de los más pobres, mientras su discurso en campaña es de austeridad y apoyo a quienes menos tienen.
Cabe mencionar que el balneario de Las Estacas es un área natural protegida, por lo que, en estricto sentido, es propiedad de la nación y ninguna familia poderosa debería enriquecerse de la explotación de sus recursos.
Las Estacas son uno de los principales botones de biodiversidad en el estado de Morelos, y no sólo las especies de flora y fauna que habitan este espacio están en un peligro inminente por el abuso de unos cuantos, sino que las familias que por años originalmente la han cuidado y promovido un turismo sustentable, hoy son presas de la ambición de un grupo que usa la zona protegida como negocio familiar.