En el marco de la renovación de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, un grupo de legisladores pertenecientes al ala dura de Morena ha propuesto una maniobra parlamentaria para evitar que el Partido Acción Nacional (PAN) asuma la presidencia durante el segundo año de la LXVI Legislatura, que inicia el próximo 1 de septiembre.

La estrategia consiste en aumentar artificialmente el número de diputados del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), transfiriendo al menos dos legisladores de Morena y ocho del Partido del Trabajo (PT) a la bancada verde. Con ello, el PVEM alcanzaría 72 escaños, superando al PAN, que actualmente cuenta con 71 diputados, y posicionándose como la segunda fuerza política en el recinto legislativo.

Este movimiento busca alterar el acuerdo legislativo establecido al inicio de la legislatura, en el que se definió que Morena presidiría el primer año, el PAN el segundo y el PT el tercero, conforme al artículo 17 de la Ley Orgánica del Congreso.

Aunque algunos coordinadores parlamentarios han señalado que aún no existe un consenso oficial sobre el relevo en la Mesa Directiva, la propuesta ha generado inquietud en diversos sectores por sus implicaciones en la gobernabilidad y el respeto a los acuerdos institucionales.

La presidencia de la Cámara de Diputados representa una posición clave en la conducción de los trabajos legislativos, la relación con el Senado y el Ejecutivo, así como en la definición de la agenda parlamentaria. Por ello, cualquier intento de modificar la correlación de fuerzas mediante reconfiguraciones internas es observado con atención por analistas y actores políticos.