La percepción de los comerciantes del centro histórico de Cuautla ante el cierre intempestivo de la calle ingeniero Ramírez de parte de los vendedores ambulantes, es que en la ciudad prevalece la inseguridad.

El temor a las represalias de parte de los líderes de vendedores ambulantes es latente y no se sienten protegidos por la autoridad en turno, a la cual se le terminan los días frente al gobierno.

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Caminas por la calle mismas que desde el cierre de la pandemia, las sexo servidoras del zócalo se han apoderado y ocupado la acera de la calle Ingeniero Ramírez.

Si, por esa calle donde cientos de personas acuden al Mercado para hacer sus compras del día a día, es triste ver el caos en que está Cuautla.

Por si fuera poco los comerciantes establecidos de Cuautla, han sufrido los estragos de la pandemia, ellos generan una derrama económica con empleos y siempre esperan la mejor fecha del año que son las ventas del mes de diciembre y los ambulantes invaden sin apuro la calle.

Ante la complacencia de todas las autoridades locales lo que se ve ahora y percibe en el centro de la Heroica e Histórica Cuautla es la inseguridad e ingobernabilidad en la que dejan a los comerciantes establecidos.

Por Redaccion