Según simulaciones avanzadas realizadas por la NASA y la Universidad de Toho, el fin de la vida en la Tierra ocurrirá en el año 1,000,002,021. Este fenómeno será causado por el crecimiento del Sol, que eventualmente se convertirá en una gigante roja, alterando la atmósfera terrestre y haciendo imposible la supervivencia de cualquier forma de vida.
El estudio, liderado por los científicos Kazumi Ozaki y Christopher Reinhard, destaca que el proceso será gradual pero irreversible. A medida que el Sol envejezca, su radiación aumentará, reduciendo el oxígeno en la atmósfera y transformando las condiciones del planeta. Aunque este escenario parece lejano, los expertos subrayan que ya existen señales tempranas, como tormentas solares intensas que afectan sistemas de comunicación y satélites.

Además, eventos recientes como la tormenta solar de mayo de 2024, la más intensa en dos décadas, son considerados síntomas tempranos de este cambio cósmico. Estas tormentas, conocidas como eyecciones de masa coronal, liberan campos magnéticos que impactan la Tierra, alterando satélites y sistemas de comunicación.
Ante este panorama, agencias espaciales de todo el mundo han intensificado la búsqueda de planetas habitables fuera del sistema solar. Misiones como el telescopio James Webb y proyectos de colonización en Marte son pasos clave en esta carrera contra el tiempo cósmico.