CuautlaHoy

Revista digital de la región oriente de Morelos.

DON EULOGIO ÁVILA VALLE, MEJOR CONOCIDO COMO EL “JOVENAZO” DE ANTONIO CASO.

  • Don Eulogio Ávila Valle, mejor conocido como el “JOVENAZO” de Antonio Caso, murió a los 90 años de edad el día 18 de febrero de este año 2025.

Él es uno de los personajes de Cuautla que vieron formar muchas, muchas generaciones de estudiantes de secundaria. Eran los años 60 (exactamente el 15 de abril de 1964, dato proporcionado por su hija Gloria) cuando llegó con su esposa y su hija pequeña Gloria de un año de edad a vivir en su casa ubicada en la famosa esquina de La Caso; la calle es Constituyentes, encontrando bocacalle con la bajadita de Xochitengo.

Habilitó al frente de su casa una tiendita de esas de antes que venden golosinas, chicles, salvavidas, mazapanes, chicles de bolita, chocolatines de cuadrito, refrescos, paletas de hielo, tortas, tacos dorados, algo de abarrotes básicos, una o dos mesitas y sillas de lámina de la corona o de la coca.

La banqueta de tierra bien apisonada, la guarnición de concreto, la protección del frente de la tienda del área de mesas protegida de alambrada de ciclón, techos con caída de una agua de lámina galvanizada, para completar y darle vuelta a la esquina; algunas pedaceras que volaban a la calle protegían el metro de banqueta. Cuando llovía, ahí te guarnecías.

Aún pasa el “apancle” o “apantle” de Xochitengo sobre la calle, lo que es la banqueta de enfrente del JOVENAZO en esos tiempos a cielo abierto; hasta podías refrescarte del calorazo tomando con la mano agua: te agachabas y ponías la mano de cucharita y listo. Sin contaminación, sin cuidado de bacterias en las manos, nuestro sistema inmune era blindado. Hoy…?  

La ubicación de la tienda o tiendita del JOVENAZO no podía ser mejor: paso obligado a la escuela y también a la Narciso Mendoza; también era clientela, en menor proporción. La tiendita del joven era multifuncional: hacer la tarea tardía, copiar rápido a otro compañero los apuntes de clase, echar novio, punto de encuentro para las citas de pretendientes o de novios, ver a los cuates, fumarse un cigarrillo suelto con los cuates, lugar para ligar. Pararse muy galán en la puerta de la tiendita para ver pasar a las muchachas.

Nosotros, mi familia vivíamos en la bajadita de Xochitengo en los “Bungalows Del Prado” eran propietarios los señores David Hernandez y el Sr, Saba ( el dueño de las pantimedias) teníamos una perra de la raza  Weimaraner  desde cachorrita ,se la regalo a mi hermano Arturo ,Julián Gonzalez (el Draks ) guitarrista del grupo “Tierra sin Tiempo”, fue la mascota de la casa , mi papa jugaba con ella, a mi mama la cuidaba en fin era muy cariñosa y leal , mi papá salía a caminar por la tarde a la tiendita del Joven ahí iba la balacha sin correa siguiendo los pasos de mi papa, se quedaba a platicar y fumarse un cigarrito Del Prado con filtro (apestosos) en tanto la balacha se comía una paleta de limón de hielo , de esas que estaban en una congeladora horizontal de puertas de vidrio corredizas , mueble de lamina de color blanco , la balacha se dio cuenta de donde sacaron la paleta le retiran la bolsita de plástico y se la ofrecen  ella lo toma en su hocico con los dientes y la chupa hasta terminarla deja caer el palito , a partir de ese día la balacha iba todos los días a la tiendita del Joven se para de manos en el congelador de paletas y el Sr. Eulogio , el JOVENAZO, leía su deseo y le saca una paleta y se la da pelada se la pone en el hocico y ella se baja, da la media vuelta se regresa ala casa a chuparse su paleta plácidamente, mi papa pasaba a pagar las paletas de la semana , el joven llevaba su cuenta en una libreta.

De esta anécdota se acuerda Gloria, la hija primera de don Eulogio y doña Celerina; ahora la encuentro en el ISSSTE; es trabajadora social y líder de los trabajadores.   

También recordó que los estudiantes le pedían fiado al JOVENAZO; dejaban en garantía su credencial de la escuela. Me platica que tiene montones de credenciales sujetadas con ligas, que son muchas. Evidencia que nunca le pagaron, pero tampoco les negó el crédito; apoyaba de esa manera a los jóvenes estudiantes.

Y porque el mote de “jovenazo”, cada que te despachaba o te hacía esperar por atenderte, o te saludaba en la mañana y después, en la despedida de la tarde, te decía: “Ándele, JOVENAZO, ¿qué más le doy?, JOVENAZO”. Eran muchachos de 15, 16, 18 años de edad; te hacía sentir todo un formal estudiante de secundaria. Este personaje, don Eulogio Ávila Valle, y su esposa son los que ayudaron a formar generaciones de cuautlenses y pasan a la historia urbana del pueblo. Que en paz descanse don Eulogio.